¿Cómo se pueden generar empresas saludables y felices?
Liderazgo Positivo
El liderazgo positivo repercute de manera directa en mayor productividad y competitividad, favoreciendo las relaciones entre los trabajadores. Los recursos humanos que forman parte de una compañía son personas, y como tal se deben potenciar los vínculos y relaciones positivas en el entorno laboral. Los líderes deben apuntar hacia este objetivo, y saber distinguir los puntos fuertes del capital humano, proporcionando seguridad y confianza, aportando un modelo que potencie la capacidad y aptitudes de los trabajadores. Para que esto ocurra y el liderazgo positivo sea efectivo es importante que el líder conozca claramente el rol que debe desempeñar en su puesto y qué es lo que la organización espera de él.
Se plantea que la figura del líder existe para sacar lo mejor de las personas y preocuparse por cubrir sus necesidades, orientar a los miembros de su equipo, ayudándoles en su desarrollo y eliminando de su camino los posibles obstáculos con los que pudiera encontrarse, para que puedan ofrecer su máximo rendimiento. El líder llega a influir hasta en un 70% el clima de su equipo, en parte gracias a sus acciones como la gestión de errores y el reparto de cargas de trabajo o la interpretación de la realidad.
Las organizaciones deben plantearse dónde quieren llegar y de qué forma puede alcanzar esos objetivos ya que esto determinará de qué forma van a trabajar los líderes, lo que permite detectar con mayor facilidad a las personas que la empresa quiere tener en este rol. Entonces el liderazgo, es una capacidad que debe ser estudiada y requiere de aprendizaje con profesionales idóneos, para, de este modo, potenciar una mejor y más saludable gestión. Cada vez sabemos más sobre el cerebro humano y podemos utilizar ese conocimiento para descubrir el impacto que puede tener en una realidad profesional, identificando nuevas formas de llegar a conectar con las personas, detectando sus necesidades y lo que más valoran, para así poder ofrecerlo y eliminar barreras en el desempeño de las funciones del trabajador.
A partir de distintas investigaciones surge el concepto de Neuroliderazgo, una nueva forma de manejar conceptos como influencia, inteligencia emocional y persuasión, que ayudan a encontrar nuevas formas de conectar con las personas y ayudarles a conseguir la mejor versión de sí mismos. Consiste en la exploración de lo que ocurre en la fisiología del cerebro de los líderes y su repercusión en comportamientos, interacciones y toma de decisiones en el ámbito laboral. El objetivo de esta disciplina es favorecer la efectividad de los líderes, teniendo como apoyo los descubrimientos relacionados con la fisiología de la mente y el cerebro.
La neurociencia en la gestión de personas está permitiendo avanzar no sólo en la manera de gestionar una empresa, sino también de relacionarnos entre los seres humanos. Descubrimientos sobre cómo es nuestro cerebro y sus características, ayudan a comprender las formas de relacionarse en el entorno laboral. Desafíos a los que los nuevos líderes se enfrentan y que deben tener en cuenta a la hora de extraer el máximo potencial de las personas.
Las herramientas de gestión son fundamentales para los entornos laborales del futuro, por eso existen organizaciones que trabajan, alcanzando sus frutos y recompensas tanto económicas como humanas y se afirma que las organizaciones que no sepan poner en el centro de sus preocupaciones al ser humano y que solo apunten al beneficio, no serán capaces de atraer y retener al talento, por lo tanto correrán el riesgo de perder sus ventajas competitivas y de desaparecer.
Fuente: Revista RH Saludable