Todos, incluso los más tranquilos, podemos perdernos en la rabia de vez en cuando. Es difícil recuperarnos luego de estallar en rabia, pero es posible hacerlo y minimizar los daños tanto para uno mismo como para los demás. El mindfulness puede ayudarnos con lo anterior. Para que esto funcione la idea es ir hacia la experiencia de rabia, no evitarla. Una vez ahí, podemos hacer lo siguiente:

  1. Si es posible, date un tiempo fuera: cuantos minutos necesites, pudiendo retirarte del lugar donde estás o incluso quedándote ahí mismo.
  2. Rastrea las señales físicas de la emoción: escanea tu cuerpo viendo dónde sientes la rabia, explora la sensación y permanece en ella.
  3. Ve si puedes nombrar lo que estás experimentando silenciosamente: comienza por la amplia categoría de “rabia”, refínala y redúcela. Tal vez te sientes frustrado, irritado, molesto, iracundo, furioso.
  4. Intenta traer compasión a la rabia: la rabia es un sentimiento normal y humano que todos sentimos a veces. Acuna la rabia como si acunaras a una guagua. ¿Qué pasa cuando tomas la rabia de esta forma, con ternura y cuidado?
  5. Perdónate a ti mismo: mientras antes lo hagas más rápido retomarás tu equilibrio.

En EAS conocemos estrategias para trabajar con la rabia y podemos ayudarte a hacerlo.

El artículo completo en www.mindful.org How to bounce back from an angry outburst.

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