Una buena forma de empezar el nuevo año en una organización es definiendo metas que involucren a todo el equipo de trabajo, que aporten a la motivación y productividad de los colaboradores.
Sin embargo, antes de definir estas metas, es importante tener claro cuáles son los objetivos de la organización y transmitirlos claramente a los trabajadores.
A continuación te invitamos a revisar 6 puntos que no puedes olvidar a la hora de plantear objetivos:
1.Características de un objetivo
Este debe tener tres características básicas: ser observable, medible y cuantificable.
Debe ser construido con el colaborador, por ejemplo: No puedo decir “quiero que seas más simpático con los clientes”, debo explicitar concretamente en qué se traduce esa simpatía.
2. Definir metas como equipo
Con la participación del grupo hay que determinar objetivos claros, lo que hará que se trabaje de forma colaborativa en dirección a los propósitos, y asimismo de manera más efectiva.
Se recomienda:
- Fijar metas grandes a largo plazo.
- Es muy importante que las metas sean realistas y alcanzables, esto contribuye a que en la medida que se van alcanzando, va aumentando la sensación de logro y de autoeficacia en el equipo de trabajo.
- Definir metas pequeñas a corto plazo. No obstante, es relevante asegurarse de que los objetivos pequeños ayuden a llegar a los más grandes.
3. Fijar objetivos individuales
Para establecer objetivos individuales es necesario considerar las capacidades de cada integrante de la organización. Tener propósitos personales siempre será positivo, ya que el colaborador sabrá por qué está haciendo el trabajo y hacia dónde va su esfuerzo.
Para construir un objetivo individual, es importante construirlo con la persona involucrada, escuchando también sus propios intereses y motivaciones. Por otra parte es fundamental reconocer los logros alcanzados previamente y destacar habilidades y características personales que favorecen el trabajo en la empresa.
4. Medir los resultados
Como tendremos metas a largo y corto plazo, se recomienda planificar con una carta Gantt cada una de ellas para medir los avances y resultados. Además, con períodos establecidos el equipo podría desarrollar la responsabilidad individual y grupal.
5. Reconocer al equipo
Las reuniones mensuales son una buena alternativa para ver cómo van los avances, dar retroalimentación, entre otras cosas. A su vez, si los resultados son positivos, siempre es bueno dar un reconocimiento.
6. Apoyo constante de la jefatura
La misión del líder es primordial, ya que su disponibilidad para estar presente ante alguna necesidad, su apoyo, refuerzo de los propósitos y trabajo como guía del grupo ayudará a que no se pierda el enfoque y a que la empresa se mantenga alineada.
Las metas claras, disposición y trabajo en equipo pueden aportar al éxito y productividad de una organización.