El 10 de septiembre se celebró el día mundial para la prevención del suicidio. El objetivo de esta fecha es concientizar a nivel mundial que estos episodios pueden prevenirse. El suicidio es un problema que afecta de manera global a las familias, a las comunidades y a los países. De acuerdo con los datos de la OMS, cada año se suicidan casi un millón de personas, lo que supone una tasa de mortalidad “global” de 16 por 100 mil personas, o una muerte cada 40 segundos.
¿A quiénes afecta principalmente?
El suicidio es una de las tres primeras causas de defunción entre las personas de 15 a 44 años y la segunda causa en el grupo de 10 a 24 años. Aunque tradicionalmente las mayores tasas de suicidio se han registrado entre los varones de edad avanzada, las tasas entre los jóvenes han ido en aumento hasta el punto de que ahora estos son el grupo de mayor riesgo en un tercio de los países, tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo.
¿Qué pueden hacer las empresas?
Dado que existe un estigma generalizado en torno al suicidio, la mayoría de las personas que piensan en darle fin a sus vidas no saben con quién hablar. Por lo mismo, uno de los ambientes propicios para desarrollar campañas de concientización sobre esta problemática es el lugar de trabajo. ¿Cómo hacerlo? Promoviendo el impacto de la salud mental, de los problemas relativos a ella y brindando herramientas de apoyo no sólo para quienes lo necesiten, sino también para incentivar enfoques preventivos del suicidio.
¿Qué rol cumplen los líderes de la organización?
Aunque el rol del líder no es hacer un diagnóstico clínico, sí hace una gran diferencia al estar informado sobre este tema, tomando en cuenta que hay ciertas acciones que se pueden realizar para ayudar a las personas que atraviesan esta difícil situación. Algunas sugerencias:
• Tener siempre presente que estos cuadros tienen y requieren de un tratamiento multidisciplinario. No se trata de que las personas sean débiles: la depresión es una desregulación biológica.
• Estar atento ante ciertos elementos entre los colaboradores como la irritabilidad, la desconcentración, el desánimo, los cambios bruscos de humor y los cambios en la apariencia personal.
• Si decides hablar con un colaborador que presenta algunos de los síntomas antes descritos, es muy importante tener una actitud de escucha, mostrándose interesado, preocupado y dispuesto a ayudar, explicando la importancia de consultar a tiempo y dando facilidades para que esto ocurra.
• Promover el uso de instancias como el Programa de Asistencia al Empleado, ya sea para consultar sobre cómo dar apoyo a alguien que atraviesa esta situación o para guiar al colaborador en los pasos a seguir.
Este año, no dejes pasar la oportunidad de potenciar el bienestar entre tus colaboradores y prevenir los problemas de salud mental en tu organización.
La educación y prevención del suicidio es tarea de todos ¡Súmate!
Ps. Carolina Rodríguez V.
Referencias
Organización Mundial de la Salud (2012):
https://www.who.int/mental_health/prevention/suicide/suicideprevent/es/