Ocho hábitos a desarrollar que son más importantes que sólo tener talento
Cuando hablamos de personas exitosas, en general, ellas se igualan en cuanto a habilidades y talento, sin embargo lo que las distingue de otros son ciertas hábitos que practican diariamente. Aquí una lista que resume estos hábitos:
PUNTUALIDAD: Demuestra ser confiable, diligente y organizado; indica respeto por los compromisos, el tiempo propio y el de los demás. Tienden a percibir el tiempo como uno de sus bienes más apreciados, entonces al atrasarse, pierden uno de sus activos más valiosos. Al saber organizarse con los tiempos, se crea una reputación positiva, lo que es inmensamente valorado al hablar de personas exitosas.
TRABAJAR DESDE LA ÉTICA: Para lograr tener éxito es fundamental contar con una ética de trabajo: la integridad de quien se es y de cómo se opera debe extenderse en todos los aspectos del trabajo. Lo primero es respetar lo que uno hace y para quien se trabaja, esto inevitablemente fomenta las buenas relaciones con el entorno laboral ya que asegura ver a cada miembro del equipo como alguien valioso. Como resultado, se crea una red positiva de personas que confían en uno y se fomenta un sentido de responsabilidad.
ESFUERZO: Trabajar duro para alcanzar el máximo potencial. Se requiere de una actitud positiva, disciplina y capacidad de establecer metas claras; un alto nivel de compromiso para lograr terminar tareas que puedan ser difíciles, reconociendo, que no siempre va a ser fácil alcanzar nuestros objetivos.
ACTITUD MENTAL POSITIVA: Adoptar creencias positivas y enmarcar de esta forma todos los eventos. Utilizar un vocabulario que apunte hacia lo positivo, en vez de las quejas, hacia los beneficios en vez de las dificultades. Es importante recordar que la actitud no surge desde lo que sucede, sino desde la forma en que cada uno decide tomarse lo que ocurre.
ENERGÍA: Para cuidar los niveles de energía necesarios para el éxito, la mejor estrategia es el ejercicio físico, ya que si no se está físicamente sano, es más difícil encontrar el mejor estado emocional y mental. Entonces debemos cuidar nuestra salud: comer saludable, descansar lo suficiente, tomar agua y hacer ejercicio diariamente. Cuando la energía física está en niveles óptimos, lo está también la habilidad de trabajar efectivamente y de mantenerse de buen ánimo. También es fundamental programar descansos durante el trabajo para que el cerebro pueda recargarse para la siguiente tarea.
PASIÓN: Cuando algo nos apasiona transmitimos confianza, la que nos ayuda a ir avanzando. El entusiasmo es contagioso, por lo que cuando hacemos lo que nos apasionas, otros se nos suman también ya que podemos ser vistos como motivadores a que todos logremos conseguir éxitos.
PERMITE QUE TE GUÍEN: La única forma de aprender y crecer es siendo receptivos a la retroalimentación y abiertos al desarrollo personal, entonces adopta una actitud de escucha con la intención de aprender más de lo que ya sabes. Haz preguntas para aclarar los feedback que te den y que así sea una información útil para tu crecimiento. Si eres genuino en tu interés, demuestras apertura a mejorar y reduces actitudes defensivas.
PREPARACIÓN: Mientras más preparado estés, mayores serán tus posibilidades de éxito, entonces, antes de entrar a una reunión, pregúntate: “¿me impresionaría si veo a alguien tan preparado como yo?”. Cuando no te sientes preparado para enfrentar un desafío, se proyecta falta de confianza y eso puede ser perjudicial; entonces estudia, practica, haz lo que tengas que hacer para sentirte preparado.
Al adoptar y cultivar estos hábitos, se aportan fortalezas adicionales a las que ya tenemos. Entonces es mejor nunca confiar sólo en la habilidad o talento ya que pueden ser los mismos con los que cuenten nuestros pares, sin embargo, se logra destacar adoptando hábitos de trabajo que se verán reflejados en una carrera motivante y significativa.
Fuente: Entrepreneur.com