¿Cómo tener autocuidado para funcionar bien en el trabajo?
Muchas veces nos vemos enfrentados a trabajos estresantes, a tareas que tenemos que cumplir para ayer y a un ritmo vertiginoso que nos termina agotando. Esto puede resultar desgastante, por lo que es fundamental incluir el autocuidado, entonces ¿cómo hacerlo?:
Identifica emociones, necesidades y sensaciones: Al vernos enfrentados a situaciones difíciles o que requieran de toda nuestra atención y tiempo, podemos enfocarnos tanto que podemos olvidar algo tan básico como almorzar o no darnos cuenta que tenemos ganas de ir al baño. Identifica emociones y sensaciones, para poder elaborarlas (sensación de que “no sé qué hacer”, sentirse abrumado, miedo, etc).
Si trabajas con otros, recuerda el trabajo en equipo: siempre puedes conversar con compañeros o amigos que estén en una situación similar y hablar de la experiencia de cada uno, qué han hecho, cómo se organizan, cómo lo resuelven, etc. Esto puede aportar un espacio de contención para pensar en conjunto, revisar lo que ya se ha logrado o simplemente intercambiar ideas sobre este proceso, comprendiendo lo demandante que puede resultar.
Utiliza tus redes personales para distraerte. Evita saturarlas con información referente al trabajo.
Cuenta con espacios de recreación y distracción que estén libres de las temáticas tocadas en el trabajo. Conéctate con actividades de tu agrado, como puede ser dedicar tiempo a un hobby.
Límites: evalúa realmente hasta dónde llega tu límite, y respétalo. Por ejemplo, ¿hasta qué hora estoy dispuesto a quedarme en trabajo?, ¿cuántas tareas de este tipo puedo tomar?
Expectativas: el alcance de nuestra labor también tiene un límite y resulta útil mirar hasta dónde llega nuestro trabajo, ajustando nuestras propias expectativas y fijando metas posibles de realizar durante periodos de tiempo.
Equipo EAS